Una tarde en vacaciones de verano, los mellizos habían decidido encontrarse con sus compañeros y amigos para realizar un picnic juntos aprovechando que se encontraban fuera de Hogwarts. Durante esa tarde fue tanta su diversión que pasaron las horas y no se habían dado cuenta de ello hasta que el cielo se empezaba a tornar oscuro, la Luna hacía presencia entonces en aquel lugar, por lo que supieron que era hora de regresar a sus casas, recogieron lo que habían traído y dieron rumbo hacia sus hogares. Los hermanos acompañaron a algunos de estos en el transcurso, pues quedaban de camino hacia la propia de ellos. Quedaron únicamente ellos dos, tranquilos y sin preocupaciones en su recorrido, pero un rato más adelante, mientras pasaban por el callejón diagon, un aullido los alertó, los hermanos tras no saber qué era lo que sucedía, habían apresurado el paso rápidamente, pues al no ser adultos, no podían realizar algún tipo de mágia fuera de Hogwarts, así que pensaron que la mejor solución era llegar a su casa en el menor tiempo que les fuese posible. Estaban casi cerca, pero aún les faltaba camino.
De pronto, pudieron escuchar pisadas acercándose de manera rápida, alguien corría cerca de la zona en la que se encontraban. Patrick había estado asegurándose de que nadie los siguiese al ver detrás de ellos en varias ocasiones, más al escuchar que claramente alguien podría estarlos siguiendo quiso buscar el origen, de quien o que se trataba claro, pero no pudo ver nada, hasta que sintió como con una pequeña roca atravesada en su caminar le hacía tropezar vagamente hasta caer al suelo, por suerte sus lentes no sufrieron daños al poder salvarlos de la inminente caída, aún así, uno de sus brazos había sufrido daño en una raspadura hasta el punto de que se notan rastros de pequeña muestra de sangre salir, el niño albino no puso tanta atención a ello, pues creía que no tendría nada que ver su herida con el momento de miedo que empezaban a tener ambos, tanto él como su hermano, no supo después en qué momento otro aullido diferente al anterior se presentó, solo que él corrió esperando a que su hermano lo siguiera, cosa que no fue así.



Patrick se vió a sí mismo huyendo de algo que ahora sí, lo perseguía con fulgor, inconsciente del dolor que su brazo le traía, corrió por todo el lugar que se le permitiera sólo con la intención de huir y mantenerse con vida, él no gritó ya que su personalidad ante los peligros no reaccionaba de esa manera, en algún momento de aquella persecución por azares del destino, terminó en uno de los edificios más grandes que se encontraban cerca, fue en esa ocasión que se dio el lujo de mirar hacia atrás nuevamente, topándose con la imagen de un lobo con aspecto un poco humano pero con el doble de tamaño de uno normal.


• [P] ¿¡Qué es esa cosa!?, no puedo quedarme a averiguarlo.


En ocasiones mientras el albino huía de aquella bestia, sentía como cada vez era alcanzado por lo que intentaba alejarse lo más posible. Pasado un rato y adentrándose más a la soledad del bosque, cometió el peor error de su vida, no pedir ayuda desde un inicio, pues de un momento a otro sintió como era tumbado al suelo, en plena vía mágica.
Lo siguiente que se escuchó esa madrugada fue el grito de Patrick al sentir como los dientes de la bestia se incrustaban en él, sentía tanto dolor que no pudo evitar que su tono fuese demasiado alto, lo siguiente que sintió fue como mientras él luchaba por ser soltado, su ropa quedaba rasgada, su rostro tomaba un estado de suciedad y sus lentes totalmente destruidos, había perdido el hilo del tiempo al intentar inútilmente de sobrevivir, sólo pudo intentar salir lo menos lastimado posible y resistir, pues había alertado a algunos vecinos del lugar, pero simplemente ahuyentaron a la bestia mientras el albino caía rendido en inconsciencia.

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Finalmente había amanecido cuando abrió sus ojos y fue cuando lo notó, la bestia que anteriormente amenazaba su vida se había ido de un momento a otro, no supo la razón al haberse desmayado, pero sinceramente no le importó, estaba con vida y eso le importaba más que el paradero de tal ser. Patrick sentía dolor en todo su cuerpo, tras haber intentado no morir tanto tiempo su cuerpo estaba cansado, fatigado por correr y su garganta no le permitía emitir sonido al querer hablar.
Unos hombres salían de su hogar para dirigirse a su trabajo, pero notaron al tumulto de gente rodeando a un pequeño bulto en el suelo a un lado de su edificio, se acercaron simplemente para poder dar con el niño albino que no se veía para nada bien, al este demostrarles que no podría ver bien debido a sus lentes rotos, aquellos hombres lo llevaron hacia San Mungo, en donde además de curarlo y suministrarle tanto nueva ropa como unos lentes nuevos, por alguna extraña razón, se había borrado la marca de mordida que había obtenido la noche anterior por lo que los enfermeros no supieron qué había pasado exactamente, los relatos de las personas que alertaron y lo trajeron, solo dieron pistas de que pudo haber sido un perro muggle o algo parecido, por su parte Patrick había estado pensando, no le diría nada a sus padres para no preocuparlos. Horas luego sus mismos progenitores llegaron, como siempre su madre preocupada, pero terminó aliviándose de que nada malo había sucedido, como su padre que supo, estaba tajante en querer saber qué había ocurrido, pero no obligaba a su hijo a hablar en ese momento ya que demostraba no querer hacerlo, esperaría o investigaría por su cuenta. Tenía un capítulo repitiéndose en sus recuerdos desde ese entonces, que no lo dejaba estar totalmente tranquilo, pero lo que se prometió el albino de lentes, es que tendría el doble de cuidado a partir de ese día.

Walker se había sentido días antes bastante mal, por alguna razón su cuerpo dolía y pensaba que estaba sin fuerzas, no obstante, acudió a la ayuda en enfermería en la cual le atendió el enfermero Moore, quien luego de algunas preguntas terminó enterandose de la condición del albino, claro supo que ese día era Luna Llena, mentiría si después de todo lo que se enteró no tuvo miedo, aún así el adulto calmó sus preocupaciones. Le indicó que pasos debía seguir de ahora en adelante, por lo que Patrick al salir de enfermería, lo primero que hizo fue dirigirse a una zona alejada de Hogwarts, pensaba en tomar aire, no sabía en que momento sucedería pero quería estar lo más lejos posible de sus amigos y novia, para no lastimarlos en el proceso.
El recorrido terminó en el Sauce boxeador, en el cual permaneció hasta que sintió como el dolor en todo su ser se intensificaba, como si miles de bates le hubiesen golpeado al tiempo lo cual le generó el suficiente dolor para quejarse bastante, más en dada situación, su vista se dirigió hacia el cielo en el momento que todo empezaba a serle insoportable, dandose a notar que la Luna Llena estaba en su punto más alto entre tanta oscuridad de la noche que llegó, tanto que por la situación no soportó estar en pie y cayó al suelo.



Su cuerpo empezó a sentir como en el proceso de cambio se le re-acomodaban los huesos, la complexión que antes tenía aumentaba su tamaño, su rostro se cambiaba por completo a una figura más Lupina en sí, portando la complexión de este como la cantidad que le cubría de cabello por todo el cuerpo, pero lo que se mantenía intacto era su conciencia gracias a la poción brindada anteriormente, claro que esto no evito que el dolor fuese de mayor impacto, sus quejas y gritos se escuchaban, aunque en esas horas de la noche casi nadie estuviese por esos rumbos, los lentes del chico habían terminado unos metros lejos suyo, mientras su camisa y parte de sus pantalones se rasgaban al romperse.
Al culminar dicho cambio ya era totalmente un Licántropo, estuvo un rato deambulando por la zona del Sauce Boxeador apoyado en cuatro patas como si de un can se tratase y es que en ese momento podría decirse que era uno, probando algunas cosas como que tan rápido podía correr, saltar, escuchar, ser fuerte y demás, tiempo en el cual descubrió que tenía mejores habilidades y mayor agilidad en ese entonces, por lo que decidió dar un paseo por los bosques que viera seguros, sabiendo que debía ser cuidadoso en qué hacia y a donde se dirigía, aquello si que había durado un tiempo, después de todo había dado una explicación a la gente que antes le preguntaba respondiendoles que iría a pasear solamente, ahora tenía una coartada para afirmar su anterior pero pequeña mentira, pasadas la media noche y el inicio de la mañana, regresó al Sauce tranquilamente, aunque en dado momento se sintió cansado hasta el punto de caer dormido o semi-desmayado.



Horas después aunque con pesadez en los ojos al abrirlos, fue notando el cómo se encontraba y en qué condiciones claro estaba, al ser demasiado temprano, apenas había salido el sol y había vuelto a la normalidad en ese lapso de tiempo, se sentía renovado claro en energías, más recogió sus pertenencias, buscó sus lentes y emprendió rumbo a la común Ravenclaw intentando pasar desapercibido de todos, cuadros incluidos.
Lo había logrado, llegó a la común cuando todavía todos descansaban, por lo que se aseó y cambio de ropa, luego repondría la que rompió pero ahora sabe que cuando eso le suceda, se la quitará o tendrá un repuesto consigo. Se sintió descansado pero mayormente aliviado de que nadie supiese mas que el enfermero de su condición, inició el dia como normalmente lo hacia, simulando que nada le había sucedido y solo había vuelto tarde de su "caminata" el día anterior.